Cómo entender y sacar partido al S&P 500, el termómetro de la economía global

Cómo entender y sacar partido al S&P 500, el termómetro de la economía global

El S&P 500 es uno de los índices bursátiles más conocidos y seguidos del mundo. Se trata de un índice que agrupa a las 500 empresas más grandes y representativas de la economía estadounidense, que cotizan en las bolsas de Nueva York (NYSE) o Nasdaq. El S&P 500 se creó en 1923 por la empresa Standard & Poor’s, que actualmente forma parte de S&P Global, una de las principales agencias de calificación crediticia. El objetivo del índice es ofrecer una visión amplia y diversificada del mercado de valores estadounidense y servir como referencia para los inversores y analistas.

El origen del S&P 500 se remonta a 1923, cuando la empresa Standard & Poor’s publicó un índice compuesto por 233 empresas. Sin embargo, no fue hasta 1957 cuando el índice adoptó su forma actual, al incluir a 500 empresas seleccionadas según criterios de tamaño, liquidez y sector. Desde entonces, el índice ha sufrido numerosos cambios y ajustes, tanto en su composición como en su metodología de cálculo.

El S&P 500 ha reflejado los altibajos de la economía y el mercado estadounidense a lo largo de las décadas. Algunos de los hitos más relevantes del índice son:

En 1972, el S&P 500 superó por primera vez los 100 puntos.

En 1982, el S&P 500 inició un ciclo alcista que duró hasta 2000, impulsado por el desarrollo tecnológico y la globalización.

En 1987, el S&P 500 sufrió su mayor caída diaria de la historia, al perder un 20,47% el 19 de octubre, conocido como el Lunes Negro.

En 1995, el S&P 500 superó por primera vez los 500 puntos.

En 2000, el S&P 500 alcanzó su máximo histórico hasta entonces, al rozar los 1.500 puntos. Sin embargo, ese año estalló la burbuja de las puntocom, que provocó una fuerte corrección del índice.

En 2007, el S&P 500 superó su récord anterior y llegó a los 1.565 puntos. Sin embargo, ese año se desencadenó la crisis financiera global, que hundió al índice hasta los 676 puntos en marzo de 2009.

En 2013, el S&P 500 recuperó su nivel previo a la crisis y superó los 1.600 puntos.

En 2017, el S&P 500 superó por primera vez los 2.000 puntos.

En 2019, el S&P 500 superó por primera vez los 3.000 puntos.

En 2020, el S&P 500 sufrió una fuerte caída por el impacto de la pandemia de covid-19, pero se recuperó rápidamente gracias a las medidas de estímulo fiscal y monetario y al avance de las vacunas.

En 2021, el S&P 500 superó por primera vez los 4.000 puntos.

Empresas del S&P 500

 

Las empresas que forman parte del S&P 500 son seleccionadas por un comité que tiene en cuenta varios criterios, como la capitalización bursátil (que debe ser superior a unos $14.600 millones), la liquidez (que debe tener un volumen mínimo de negociación), el sector (que debe estar representado proporcionalmente), el domicilio (que debe ser en Estados Unidos) y la viabilidad económica (que debe tener beneficios positivos).

El comité revisa periódicamente la composición del índice y realiza cambios cuando considera que alguna empresa deja de cumplir los requisitos o que otra empresa merece entrar en el índice. Estos cambios suelen tener un efecto significativo en el precio de las acciones afectadas, ya que muchos inversores y fondos ajustan sus carteras en función del índice.

Las empresas que forman parte del S&P 500 pertenecen a diferentes sectores de la economía, como la tecnología, la salud, la energía, la industria, el consumo, las finanzas o las telecomunicaciones. El peso de cada sector varía según la capitalización bursátil de las empresas que lo integran. Actualmente, el sector más importante es el tecnológico, que representa alrededor del 28% del índice.

Algunas de las empresas más relevantes y conocidas del S&P 500 son:

Apple: Es la empresa con mayor capitalización bursátil del mundo y del índice, con más de $2.500 billones. Se dedica al diseño, fabricación y venta de productos electrónicos, software y servicios online. Algunos de sus productos más populares son el iPhone, el iPad, el Mac, el Apple Watch, el Apple TV y el AirPods. También ofrece servicios como iTunes, Apple Music, Apple Pay, iCloud y Apple TV+.

Microsoft: Es la segunda empresa con mayor capitalización bursátil del mundo y del índice, con más de $2.200 billones. Se dedica al desarrollo y venta de software, hardware y servicios informáticos. Algunos de sus productos más conocidos son Windows, Office, Azure, Xbox, Surface y LinkedIn.

Amazon: Es la tercera empresa con mayor capitalización bursátil del mundo y del índice, con más de $1.700 billones. Se dedica al comercio electrónico, el cloud computing, la inteligencia artificial y el entretenimiento digital. Algunos de sus servicios más famosos son Amazon.com, Amazon Web Services, Prime Video, Kindle y Alexa.

Tesla: Es la empresa líder en el sector de los vehículos eléctricos y una de las más innovadoras del mundo. Tiene una capitalización bursátil de más de $800.000 millones y entró en el S&P 500 en diciembre de 2020. Además de fabricar coches eléctricos como el Model S, el Model 3, el Model X y el Model Y, también se dedica a la producción de baterías, paneles solares y sistemas de almacenamiento de energía.

Alphabet: Es la matriz de Google y otras empresas relacionadas con la tecnología y la internet. Tiene una capitalización bursátil de más de $1.800 billones y es una de las empresas más influyentes del mundo. Algunos de sus productos y servicios más usados son Google Search, YouTube, Gmail, Google Maps, Google Ads, Google Cloud y Google Play.

Factores que influyen en el S&P 500

 

El rendimiento del S&P 500 depende de muchos factores que afectan al mercado de valores estadounidense en general y a las empresas que lo componen en particular. Algunos de estos factores son:

La situación económica: El crecimiento o la recesión de la economía estadounidense tiene un impacto directo en los beneficios y expectativas de las empresas del S&P 500. Algunos indicadores económicos que se suelen seguir son el Producto Interior Bruto (PIB), la inflación, el desempleo, el consumo o la confianza empresarial y de los consumidores.

La política monetaria: Las decisiones de la Reserva Federal (Fed) sobre los tipos de interés y la oferta monetaria también influyen en el comportamiento del S&P 500. Unos tipos de interés bajos suelen favorecer el crecimiento económico y el apetito por el riesgo, lo que beneficia al índice. Por el contrario, unos tipos de interés altos suelen frenar la actividad económica y aumentar el coste de financiación de las empresas, lo que perjudica al índice.

La política fiscal: Las medidas del gobierno sobre los impuestos y el gasto público también afectan al S&P 500. Una política fiscal expansiva suele estimular la demanda y el empleo, lo que impulsa al índice. Por el contrario, una política fiscal restrictiva suele reducir la demanda y el empleo, lo que lastra al índice.

Los resultados empresariales: Las empresas que forman parte del S&P 500 publican periódicamente sus estados financieros, donde muestran sus ingresos, gastos, beneficios y perspectivas de futuro. Estos resultados suelen tener un efecto inmediato en el precio de las acciones y, por tanto, en el valor del índice. Si los resultados superan las expectativas del mercado, el índice suele subir. Si los resultados decepcionan al mercado, el índice suele bajar.

Los eventos geopolíticos: Los acontecimientos políticos, sociales o militares que ocurren en el mundo también pueden influir en el S&P 500. Algunos ejemplos son las elecciones presidenciales, las guerras comerciales, los conflictos armados, las crisis sanitarias o los desastres naturales. Estos eventos pueden generar incertidumbre, volatilidad y aversión al riesgo en el mercado, lo que suele perjudicar al índice. O pueden generar oportunidades, optimismo y apetito por el riesgo en el mercado, lo que suele favorecer al índice.

Formas de invertir en el S&P 500

Los inversores que quieren acceder al S&P 500 tienen varias opciones disponibles, según sus preferencias, objetivos y perfil de riesgo. Algunas de estas opciones son:

Futuros y opciones: Son contratos derivados que permiten apostar por el movimiento del índice sin tener que comprar o vender las acciones que lo componen. Los futuros son acuerdos para comprar o vender el índice a un precio y fecha determinados en el futuro. Las opciones son derechos para comprar o vender el índice a un precio y fecha determinados en el futuro. Estos instrumentos permiten aprovechar el apalancamiento, es decir, operar con más dinero del que se tiene, lo que aumenta las posibilidades de ganancia pero también de pérdida.

Fondos cotizados (ETF): Son fondos de inversión que replican el comportamiento del índice y cotizan en bolsa como si fueran acciones. Los ETF permiten invertir en el S&P 500 con una sola operación, diversificando el riesgo y reduciendo los costes. Algunos ejemplos de ETF que siguen al S&P 500 son el SPDR S&P 500 (SPY), el iShares Core S&P 500 (IVV) o el Vanguard S&P 500 (VOO).

Fondos indexados: Son fondos de inversión que también replican el comportamiento del índice, pero no cotizan en bolsa sino que se compran y venden a través de una gestora. Los fondos indexados suelen tener comisiones más bajas que los ETF y ofrecen una mayor fidelidad al índice. Algunos ejemplos de fondos indexados que siguen al S&P 500 son el Vanguard 500 Index Fund (VFIAX), el Fidelity 500 Index Fund (FXAIX) o el Schwab S&P 500 Index Fund (SWPPX).

Fondos mutuos: Son fondos de inversión que invierten en una selección de acciones del S&P 500, pero no necesariamente en todas ni en la misma proporción. Los fondos mutuos suelen tener comisiones más altas que los fondos indexados o los ETF y ofrecen una gestión activa por parte de un equipo profesional. El objetivo de los fondos mutuos es batir al índice, es decir, obtener un rendimiento superior al del S&P 500. Algunos ejemplos de fondos mutuos que invierten en el S&P 500 son el Fidelity Contrafund (FCNTX), el T. Rowe Price Blue Chip Growth Fund (TRBCX) o el American Funds Growth Fund of America (AGTHX).

Ventajas:

Diversificación: Al invertir en el S&P 500 se accede a una amplia variedad de empresas de diferentes sectores y mercados, lo que reduce el riesgo específico de cada una de ellas y permite aprovechar las oportunidades que ofrece cada uno.

Rentabilidad: El S&P 500 ha demostrado ser un índice rentable a largo plazo, ya que ha superado a la mayoría de los índices internacionales y ha batido a la inflación. Además, muchas de las empresas que lo componen reparten dividendos, lo que supone un ingreso adicional para los inversores.

Referencia: El S&P 500 es el índice más seguido y analizado del mundo, lo que facilita el acceso a la información y a las opiniones de expertos y analistas. Además, al ser un índice tan representativo, permite comparar el rendimiento de otras inversiones y evaluar su conveniencia.

Desventajas:

Riesgo: Al invertir en el S&P 500 se asume el riesgo de mercado, es decir, el riesgo de que el índice baje por factores externos o impredecibles, como las crisis económicas, las guerras comerciales, las pandemias o los desastres naturales. Además, al estar expuesto a diferentes sectores y mercados, se asume también el riesgo de cada uno de ellos, como el riesgo tecnológico, el riesgo regulatorio o el riesgo cambiario.

Coste: Al invertir en el S&P 500 se incurre en ciertos costes que pueden reducir la rentabilidad final. Estos costes pueden ser comisiones de gestión, comisiones de compra y venta, comisiones de custodia o impuestos. Estos costes varían según la opción de inversión que se elija y según la legislación de cada país.

Competencia: Al invertir en el S&P 500 se renuncia a la posibilidad de obtener una rentabilidad superior al índice, ya que se sigue su comportamiento. Esto implica que se pierden las oportunidades que puedan ofrecer otras inversiones más rentables o con mayor potencial de crecimiento. Además, se compite con otros inversores que también siguen al índice y que pueden anticiparse o reaccionar más rápido a los cambios del mercado.

Conclusión

El S&P 500 es uno de los índices bursátiles más importantes y populares del mundo. Representa a las 500 empresas más grandes y robustas de la economía estadounidense, que abarcan diferentes sectores y mercados. El S&P 500 se considera un indicador fiable del estado y la evolución del mercado de valores y de la economía en general.

 

Los inversores que quieren acceder al S&P 500 tienen varias opciones disponibles, desde los contratos derivados hasta los fondos de inversión. Cada opción tiene sus ventajas y desventajas, según el nivel de riesgo, coste y rentabilidad que se busque. Lo importante es conocer bien las características y el funcionamiento de cada opción y elegir la que mejor se adapte a los objetivos y al perfil de cada inversor.

 

El S&P 500 es un índice que ofrece muchas oportunidades de inversión y diversificación, pero también implica ciertos riesgos y desafíos. Por eso, es conveniente estar informado y actualizado sobre los factores que influyen en su comportamiento, como la situación económica, la política monetaria y fiscal, los resultados empresariales y los eventos geopolíticos. Así se podrá tomar mejores decisiones y aprovechar las ventajas que ofrece este índice tan relevante e interesante.

Advertencia de Riesgo

Nuestros productos se comercializan en el margen y conllevan un alto nivel de riesgo y es posible perder todo el capital. Estos productos pueden no ser adecuados para todos y usted debe asegurarse de que comprende los riesgos que implica.

TANGO TRADING

Somos un Broker galardonado como la mejor plataforma de negociación y más de 200 instrumentos negociables en divisas, cryptomonedas, futuros, acciones, índices, materias primas y cryptos. Tango Trading, fundada en 2021.

CONTACTO

Ciudad de México

D.F., México

+525590630117

info@tangotrading.co

REDES SOCIALES

Tango Trading

Copyright © 2021 TangoTrading | All Rights Reserved

Advertencia de riesgo: Los CFDs son productos con margen; es posible perder más que su depósito de margen inicial o asignación de crédito, así como cualquier margen de variación que se le requiera depositar de vez en cuando. Por lo tanto, sólo debe especular con el dinero que pueda permitirse perder. Las operaciones con CFDs pueden no ser adecuadas para todos los clientes; por lo tanto, asegúrese de que comprende plenamente los riesgos que conllevan y busque asesoramiento independiente si es necesario y antes de realizar dichas operaciones. Al operar con CFDs con Tango Trading, usted está simplemente operando sobre el resultado de un instrumento financiero y, por lo tanto, no toma la entrega de ningún instrumento subyacente, ni tiene derecho a ningún dividendo pagadero o cualquier otro beneficio relacionado con el mismo. Tenga en cuenta que los servicios y productos descritos en www.tangotrading.co y ofrecidos por Tango Trading no se ofrecen en Canadá, Estados Unidos o Europa y no se ofrecen a residentes o ciudadanos estadounidenses, canadienses y/o Europeos, tal y como se define en la legislación aplicable. Tango Trading y sus productos y servicios ofrecidos en el sitio www.tangotrading.co NO están registrados ni regulados por ningún regulador estadounidense o canadiense y no están regulados por FINRA, SEC, NFA o CFTC. Tango Trading se reserva el derecho de cobrar retroactivamente comisiones de almacenamiento por posiciones mantenidas durante un periodo de tiempo prolongado según lo estipulado por el proveedor de liquidez del mercado. © 2022 Todos los derechos reservados - Tango Trading